Ante la posibilidad de adquirir un stock de productos terminados, materias primas o cualquier otro tipo de material por medio de una subasta pública se debe analizar con detenimiento toda la información disponible para no asumir ningún riesgo inherente a la compra y maximizar el valor de retorno. En general, cualquier empresa que desea liquidar un stock debe de disponer de un inventario permanente, en primer lugar para conocer que inmovilizado material que dispone y sobre este caso que nos atañe, para minimizar las dudas o inseguridades y lo más importante, crear interés del comprador la hora de hacer la valoración previa y necesaria antes de realizar su puja. El vendedor quiere obtener el mayor ingreso por lo que debe ser el primer interesado en conseguir la máxima información actualizada relativa al número de unidades por referencia, fabricantes, años de producción, coste de adquisición, precios de venta para así minimizar las dudas iniciales que comentaba anteriormente al ser una compra normalmente de alta implicación por su elevada inversión a la espera del retorno que se puede obtener.

No siempre las empresas en liquidación tienen inventarios actualizados o bien si disponen de ellos pero el stock descrito difiere mucho de la realidad. Otra cosa obvia es que casi nunca se puede garantizar la existencia de todo el stock que aparece en el inventarío a no ser que se hayan chequeado todas las referencias aunque normalmente es inviable si el número de unidades/referencias es elevado. Evidentemente si se cuenta con un inventario real que garantiza la existencia de todas las unidades descritas, garantiza un mayor interés por parte de los compradores potenciales y lo que implica un precio de venta lógicamente más elevado de cierre.

Ante estos problemas sobre el control de la unidades “hipotéticamente”  en el stock podemos aplicar un principio básico y así reducir la incertidumbre de compra y garantizar el buen resultado de la operación.  Los números que entran en juego son 80/20 y con ellos el sociólogo, economista y filosofo Vilfredo Pareto enumeró una curiosa regla aplicable a todos los campos a los que le pongamos a prueba incluso en el desarrollo personal.

Por ello, garantizando la existencia de estos artículos más significativos y que generan el 80% del valor del stock reducimos considerablemente esa incertidumbre de compra. Desde el portal de subastas Escrapalia hacemos mucho incapie en que se visiten los lotes en subasta para comprobar in situ el estado, las existencias que incluyen el stock así como su almacenaje dentro de la instalación donde se encuentran ya que añaden también valor porque un almacén ordenado y con los productos debidamente empaquetados reducirá los costes de manipulación y carga al comprador e implicará otra ventaja de cara a la valoración previa y posterior adquisición mediante puja del mayor postor.