Esta frase de Oscar Wilde, que se puede aplicar a todos los ámbitos de la vida, tampoco escapa al entorno de la empresa y pone de manifiesto un problema con el que lidian diariamente muchas compañías, ¿que hacer con los excedentes que se generan y no se emplean o venden?, ¿qué hacer con los equipos que ya no se usan?

Antes de dar soluciones a este problema de “excesos”, vamos a enumerar donde se producen dentro de la empresa y los “castigos” asociados que conllevan.

“Excesos” que comete la empresa:

  • Stock de existencias, tanto de materias primas como de productos en curso.
  • Stock de producto terminado.
  • Productos obsoletos
  • Devoluciones de producto nuevo o usado.
  • Productos dañados o con taras.
  • Residuos valorizables.
  • Equipamiento industrial obsoleto que ya no se usa.
  • Líneas de fabricación en desuso por cambios en el proceso de producción o disminuciones de demanda.
  • Maquinara usada que ha quedado obsoleta.

Estos excesos de inventario son negativos para la empresa (a no ser que se acumulen con un fin especulativo) y conllevan “castigos” , que entre otros, se traducen en los siguientes:

“Castigos” que recibe la empresa:

  • Obsolescencia: pérdida de valor que produce la obsolescencia tanto en las existencias como en el equipamiento industrial. Afecta tanto a los productos terminados (caducidad y cambio en la moda), materias prima (caducidad) y maquinaria usada (obsolescencia y pérdida de valor).
  • Reducción de márgenes: los excedentes son vendidos normalmente a precios inferiores para estimular la demanda de los mismos. Esta reducción de precio conlleva menores márgenes, y en consecuencia, un menor beneficio.
  • Coste de almacenamiento y espacio ocupado: el exceso de stock que no se usa, ocupa un espacio que tiene asociado un coste de gestión, ya que consume recursos de la empresa (almacenamiento, personal, gastos de administración, etc.). En cuanto a la maquinaria, equipos o líneas de producción usadas que no son empleadas en los procesos de fabricación, requieren un mantenimiento que también cuesta dinero. Además, el espacio ocupado por los excedentes, resta capacidad de almacenamiento y espacio a los productos que son más fáciles de vender.
  • Falta de liquidez / flujo de caja: Los ingresos generados con las ventas son empleados en la compra de existencias o maquinaria que no se emplea. El exceso de inventario puede traer asociado un aumento del endeudamiento de la compañía.
  • Otros Gastos: El mantenimiento o destrucción de los excesos de inventario, llevan a asociados más costes ocasionados por el transporte de materiales, seguros, gastos de destrucción etc.
  • Pago de impuestos y distorsión de la información contable: Solo es deducible en el impuesto de sociedades el gasto de las existencias consumidas (las que han sido vendidas).

En cuanto al asiento de variación de existencias, empleado para compensar las diferencias entre existencias iniciales y finales compensando con una cuenta de ingresos, puede suponer, si no se es consciente del incremento de stocks, un aumento “irreal” del beneficio de la compañía, lo que supone a su vez el pago de más impuestos.

análisis de inventario

La ineficiencia del exceso de inventario, que conlleva una disminución en la rentabilidad de la empresa, puede reducirse analizando la obsolescencia de las existencias y equipamiento industrial que se ven implicados en cada proceso dentro de la  empresa. Mediante el análisis “big data”, y aplicando modelos de predicción de obsolescencia, puede determinarse el momento de óptimo de venta para los excesos de inventarios.

Tras el analizar el inventario y ver los excedentes que están penalizando el resultado de empresa, es conveniente proceder a la venta de los bienes y equipos que no son necesarios para maximizar el retorno.

Desde Surus Inversa,  proponemos través del portal de subastas Escrapalia, soluciones de venta y logistica inversa, que permiten maximizar el retorno económico, eliminando los costes directos y ocultos.