“Economía Circular” –  ¿Cuestión de Aptitud o Actitud?

La inmensa mayoría de las empresas multinacionales han incorporado dentro de sus premisas de RSC los principios generales de la Economía Circular, generalmente en forma de compromisos con objetivos de 0 Residuos o 0 Emisiones; pero, ¿cumplen verdaderamente con dichos compromisos? ¿Hacen todo lo que está en su mano por reducir su volumen de residuos? ¿Buscan alternativas de recuperación a todo aquello que YA no les vale?

La Hipocresía se define como el deseo de esconder motivos reales, la inconsistencia entre aquello que se dice aquello que se hace.

Las cifras son claras:

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  • El 99% de las Empresas NO hace TODO lo que podría hacer para reducir sus residuos
  • Menos del 1% de las empresas tienen implantados TODOS aquellos cambios internos necesarios para reducir la generación de residuos o activos no útiles.
  • Menos del 1% de las empresas tienen implantados procesos de reutilización de todo lo que ya no les vale.

 

El presente modelo económico lineal de “tomar, hacer, desechar” se basa en disponer de grandes cantidades de energía y otros recursos de fácil acceso, pero está, en muchos casos, llegando al límite de su capacidad.

La economía circular es una alternativa real, atractiva y viable, sobre la que ya han empezado a trabajar distintas empresas, más allá de compromisos vacíos para adornar las memorias anuales.

Por definición, la economía circular es reparadora y regenerativa, y pretende conseguir que los recursos necesarios para la generación de productos, no se transformen en residuos, ya sea en los procesos de transformación o por el fin de su vida útil, sino que pasen de nuevo a ser recursos útiles y que aporten valor. Lo que ya no vale en un modelo productivo puede ser un recurso de alto valor en otro; es solo cuestión de encontrarlo.

Un error muy extendido es la creencia de que la economía circular cuesta dinero, y no es así, sino al contrario: genera valor adicional. Y no se trata solo del mayor valor económico que se puede obtener en la venta de residuos-recursos como útiles (para reutilizar por otras empresas) sino un importante ahorro de costes en el tratamiento de residuos y logística inversa.

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Se trata, por tanto, de transformar “compromisos” adoptados de cara a la galería, en objetivos reales y medibles, acompañados de acciones concretas que generen valor. No es, cuestión de aptitud, ya que todas las compañías tienen , en mayor o menor medida, capacidad para llevarlo a cabo, o contar con ayuda externa para ello; es cuestión de actitud, de actuar de verdad, más allá de declaraciones de intenciones escritas en un plan de negocio.

En este sentido, son cada vez son más las compañías que contactan con empresas como Surus Inversa con la actitud de cambiar y actuar sobre sus procesos de Logística Inversa, una parte muy importante del proceso productivo, que actualmente continua muy poco desarrollada, y que es un elemento fundamental de la Economía Circular.

Desde esta óptica se aportan soluciones de valor en el proceso de recuperación de valor en excedentes y obsoletos; en equipos y líneas de producción que se modernizan; en procesos avanzados que reducen la generación de obsoletos; en adelantarse a la obsolescencia para obtener un mejor valor en la venta de activos en el mercado; en incorporar alternativas de compra de materiales y equipos en mercados secundarios sectoriales; en proyectos integrales de desmantelamiento o desimplantación que NO tienen que suponer un coste, sino un beneficio ; en definitiva, existen soluciones que facilitan ese cambio de ACTITUD, la APTITUD, ya la tienes.

Es el momento de CAMBIAR de verdad.

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