Si empezamos esta entrada diciendo que el Portaaviones Príncipe de Asturias estuvo al servicio como buque insignia de la Armada Española durante 25 años; quizás para muchos no diga demasiado. Si decimos que participó, junto a otros operativos de distintos países, en la Primera Guerra del Golfo; es posible que tampoco. Sin embargo, estas “pequeñas” cosas le convierten en historia de España. Los que hemos tenido la suerte de estar a bordo en sus últimas fechas a flote, hemos podido comprobar la majestuosidad con la que fue fabricado y las historias que en él se han debido vivir durante sus años de travesía.
En Surus Inversa intentamos ser parte activa de los procesos y proyectos en los que estamos involucrados y, si con ello, conseguimos que un asiento de mando del que fue buque insignia de la Armada permanezca en la entrada del despacho del almirante, pues ¡ea!, lo intentamos.
Como es lógico, el proyecto en el que nos embarcábamos, para reciclar el navío en cuestión, no era sencillo. Existían una serie de condicionantes que, por desgracia, no son siempre positivos: la opinión pública, el porqué desguazarlo y no hacer “otra cosa”, si se desguaza por qué en Turquía, etc. Pero, todos estos condicionantes no podían menoscabar la necesidad de hacer el trabajo de la mejor manera posible. Y así consideramos hacerlo previo al remolque a destino final:
- Retirada, descontaminación e inertización de todos los combustibles y residuos líquidos presentes en los depósitos y sentinas.
- Retirada de residuos sólidos (peligrosos y no peligrosos) dispersos por el navío.
- Elaboración del Inventario de Materiales Peligrosos (IHM); con especial detenimiento en los residuos de amianto.
- Trincado de cargas y enseres voluminosos.
- Sellado de aberturas en el casco y medición de espesores.
- Soldadura de timón a la vía.
- Elaboración de informe de estabilidad y de remolque.
- Solicitud de autorizaciones a todos los organismos públicos; necesario para el traslado de la embarcación.
Retirada de aceites

Comprobaciones en el casco
Fijación del eje
Sellado de cubierta de vuelo
El remolcado de la embarcación fue realizado en colaboración con una empresa local con todas las garantías y con la máxima colaboración por parte de la autoridad portuaria. Para sacar por arrastre el buque desde su ubicación fueron necesarios 4 remolcadores de apoyo; además, del remolque principal.
Maniobra de retirada del PDA
PDA remolcado desde la bahía de Ferrol
Trabajos en destino:
El desguace de la embarcación fue selectivo; empezando por retirar los residuos peligrosos para, posteriormente, ir cortando el armazón que componía el casco del buque desde proa a popa.
En paralelo con los trabajos de preparación de la embarcación en el Arsenal de Ferrol, decidimos que todavía existían una serie de equipos y enseres que, por el mero hecho de haber navegado por latitudes y longitudes de todo el mundo a bordo del Príncipe de Asturias, merecían la pena ser conservadas. Además, si con ello se contribuía a una buena causa; mejor que mejor. Por ello, se desmontaron más de 350 piezas vendidas por medio de subasta, donando lo ingresado a Caritas y a la Fundación del Museo Naval.

Equipos de telecomunicaciones

Equipos de navegación
Asimismo, se retiraron y restauraron los sillones de mando del buque; haciéndose entrega de uno de ellos a Armada para ser expuesto en la Base de Rota, la que fue su casa durante muchos años.
Base Naval Rota
Con este proceso nunca intentamos desviar la atención ni negar la mayor. ¿Acaso los restos del buque no terminarán en una fundición de metales en Turquía? Por supuesto que sí, pero ¿por qué no intentar conservar un pedacito de ese pequeño pueblo flotante que un día lo fue para muchos hombres y mujeres que pasaron meses y años a bordo?
¿Por qué todo este empeño? Llámennos ñoños si así lo consideran…
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