A medida que crece el número de residuos en nuestro planeta, SURUS, con sus políticas de “cero emisión de gases invernaderos” y “no residuos”, ha puesto en marcha un plan ambicioso para asesorar desde el ámbito profesional a sus nuevos clientes.

En este caso son los centros hospitalarios públicos y privados los que están buscando fórmulas de asesoramiento con el fin de comprender y reconocer la importancia de gestionar adecuadamente sus equipos obsoletos, evitar la acumulación y acopio de aquellos que ya han alcanzado su ciclo de vida y cuál debe ser el destino final de cada uno de ellos, poniendo en valor la importancia de cumplir con la normativa vigente en materia de residuos peligros hospitalarios y animarles a incorporar a sus departamentos de RSC (Responsabilidad Social Corporativa) los preceptos de  los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible) compromiso universal adquirido tanto por países desarrollados como en vías de desarrollo y que se recoge en la hoja de ruta de la agenda 2030.

Para ello establecemos, dentro del marco legislativo, una serie de medidas obligatorias desarrollando políticas y estrategias lo menos agresivas posible para el entorno, ofreciendo soluciones pioneras para el alcance de los objetivos de estas instituciones y aplicando la responsabilidad circular en todo el proceso.

Pero antes de adentrarnos en el desarrollo de este “post” conozcamos qué es y para qué se creó la economía circular.

¿Qué es la economía circular? 

Para hablar de economía circular se hace preciso que lo hagamos primero de otro sistema, que es el empleado por todos hasta la aparición del tema que hoy nos ocupa.
Este primer sistema, el más tradicional, podríamos definirlo con tres palabras: producir, usar y tirar.
Producimos productos, los utilizamos y los tiramos. Y ese ciclo, a corto plazo, se repite una y otra vez, perjudicando gravemente el medio ambiente en cuanto a la falta de recursos y producción de deshechos dañinos para la naturaleza.
En los últimos tiempos la sociedad ha ido tomando conciencia, y cada vez más, de la necesidad de revertir una situación que se antojaba irreversible, de seguir con ese ciclo tan poco eco-friendly. Y es aquí donde aparece el concepto de economía circular.

  • En la economía circular se busca que la producción no sea alta, sino eficiente.
    • En la economía circular los productos no los utilizamos, sino que los reutilizamos una y otra vez.
    • En la economía circular los productos (re)utilizados no los tiramos, sino que los reciclamos y los volvemos a meter en la rueda.

Al igual que muchos aparatos eléctricos tienen su obsolescencia programada, los aparatos electromédicos como TACs, RMNs, ecógrafos, aparatos de diálisis, analizadores, tampoco son eternos y tienen su vida útil definida. Se desgastan, caducan o simplemente dicen ‘basta’ por su uso constante y diario.

Pero ¿Se han parado a pensar a dónde va a parar tanta tecnología después de su uso? ¿Realmente se recicla o se generan más residuos una vez no tenemos claro qué hacer con ellos?

Surus ha tenido el privilegio de reunirse con subdirectores de gestión, unidades asistenciales o departamento de obras y mantenimiento de varios hospitales tanto públicos como privados  y la radiografía que se ha obtenido al hablar con cada uno de ellos coincide de manera radical: consideran un problema dar salida a muchos de estos aparatos electromédicos que han llevado utilizando durante años, y en algunos casos reconocen que mueren acopiados en almacenes, otros esperan una segunda oportunidad si tienen la suerte de ser reempleados o reutilizados para piezas. Es en estos casos, cuando SURUS, a través de su portal de subastas Escrapalia.com encuentra un “remedio” contra la invasión de equipos obsoletos desatendidos consigue que la obsolescencia programada se convierta en un generador económico para los hospitales, ofreciendo la solución perfecta y legal a esta problemática, que no es otra que la del reempleo de aparatos de ésta tipología (TACs, equipos de resonancia magnética, ecógrafos, R-X) focalizando sus esfuerzos en buscar en otros sectores y entornos, la oportunidad de dar continuidad a estos equipos y seguir con su vida útil. En ésta búsqueda de la continuidad de su vida útil, también se analizan oportunidades a nivel internacional, siempre cumpliendo con la normativa vigente.

Se estudia el encaje en otros sectores profesionales, ámbitos de la docencia, área de la salud, material profesional para su manejo en el campo de la veterinaria, etc.

Como adelantábamos, existe al respecto un sólido marco normativo y amplia legislación con más de 40 decretos, normas e instrucciones que proceden tanto de nuestro ordenamiento jurídico como de la trasposición de la legislación europea para el control y protección de equipos electromédicos.

Si hacemos un uso y/o manipulación indebida de los mismos por personal no autorizado o especializado, incluso en el caso de que algunos aparatos pudieran acabar en otros mercados de forma ilegal, puede acarrear graves problemas.  Es por ello que existe una serie de instituciones reguladoras como es el Consejo de Seguridad Nacional que desde hace años viene estableciendo una serie de normas y aspectos técnicos de seguridad y protección en aparatología médica así como en el caso del tratamiento de componentes radiológicos a la hora de su desinstalación y transporte, que debe hacerse por empresas autorizadas.

Un equipo de Rayos X no se puede llevar al desguace cuando queda fuera de uso. El propietario ha de darlo de baja y ponerlo en manos de empresas especializadas y autorizadas por el Consejo de Seguridad Nuclear”.  

Todos los datos quedan registrados en los Departamentos de Industria de las Comunidades Autónomas, en el registro de instalaciones sanitarias de los Servicios de Salud y en el Congreso de Seguridad Nuclear. Los controles son muy rigurosos y las infracciones están muy “perseguidas”, tanto con multas como con retirada de licencias. Cada aparato tiene su propio historial de vida.

reciclaje aparatos electromédicos

¿Cuánto dura la vida de un apartado electromédico?

Se calcula que al año, son objeto de reciclaje más de 400-500 toneladas de residuos de aparatos electromédicos. Aunque el reciclaje que se puede realizar depende de los siguientes factores:

– Estado actual del equipo.

– Tipo de “overhauling” o mantenimiento que se haya realizado a lo largo del tiempo.

– Cargas de trabajo a los que estos equipos médicos ha estado sometidos.

– Tipología de los componentes que han estado más expuestos a posibles factores ambientales tanto internos como externos, radiaciones, sobrecalentamientos y de las características de los mismos, ya que no es lo mismo la durabilidad de piezas mecánicas o electrónicas. Éstas últimos “tienen una vida útil más extensa”..

Aparte, existen “recomendaciones generales” que establecen dos grupos de equipos:

Por un lado los equipos generales, que son los equipos básicos de radiología general con componentes esenciales que evolucionan más lentamente. Éstos tienen una vida media que puede oscilar, tal como apunta algunos expertos, entre 10 y 15 años. .

Por otro lado están los equipos con componentes más complejos, que deben renovarse, o al menos actualizarse cada cinco o siete años”.

Revalorización del equipamiento electromédico

Los beneficios de reciclar éstos aparatos son, entre otros: el aprovechamiento de materias primas, el ahorro de recursos naturales y energéticos y la gestión adecuada de residuos para minimizar los potenciales impactos sobre el medio ambiente.

Según los expertos en gestión de residuos, de cada aparato de electromedicina, se aprovecha en ocasiones hasta un 96% del total de entrada en la planta de tratamiento.

Surus-Escrapalia no sólo logra que exista un mayor control y trazabilidad en el proceso de revalorización, sino que ofrece la posibilidad de certificar el proceso, permitiendo una mayor transparencia y agilidad y que conforma indicadores dentro de las estrategias de sostenibilidad, así como en los informes financieros de las empresas.

Así mismo,  contamos dentro de nuestros procesos de certificación con una serie de indicadores como el Esquema Nacional de Seguridad (ENS) y las normas técnicas N+internacionales (ISO) que nos permiten seguir desarrollando la política de seguridad, no sólo en el ámbito de las empresas privadas sino que de forma relevante con las Administraciones Públicas y sus respectivos organismos.

Surus además, está certificada en otra serie de regulaciones internacionales que crean un conjunto sólido y robusto haciéndola única en nuestro país en empresas de nuestra naturaleza.

En este post queremos ampliar este aspecto y compartimos un enlace sobre la política de seguridad en el uso de los sistemas electrónicos dentro del ámbito de las administraciones públicas  así como las certificaciones de nuestra organización adaptadas a los requisitos nacionales e internacionales.


En SURUS, acompañamos a quienes nos rodean en la transición de modelos de negocio lineales a modelos más circulares y sostenibles. SURUS fue creada en el año 2010 para dar respuesta a una necesidad existente en el mercado nacional en cuanto a la venta especializada de activos en el mercado secundario maximizando el valor económico, social y medioambiental y así ofrecer los mejores resultados en nuestros proyectos que además certificamos mediante herramientas de medición y la emisión de informes.

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