El pasado miércoles 13 de diciembre concluyó la COP28 del clima con un acuerdo que solicita a todas las partes su contribución en la transición hacia el fin de la era de los combustibles fósiles. Esta Cumbre ha sido muy esperada, ya que se buscaba evaluar los progresos en la aplicación del Acuerdo de París del año 2015 y sentar las pautas y los objetivos de eliminación de los combustibles fósiles, triplicar la inversión en energías renovables y reforzar la acción climática y protección de la naturaleza.
Por otro lado, esta COP28 se ha visto también envuelta en incertidumbre, al celebrarse en Dubái, séptimo productor mundial de petróleo; y presidida por el sultán Ahmed al-Jaber, ministro de Industria y director general de la Abu Dhabi National Oil Company, la petrolera nacional de los Emiratos Árabes Unidos.
Esta Cumbre se celebra además en un contexto donde el cambio climático afecta cada vez más a nuestro modelo de desarrollo y se suceden más episodios climáticos extremos. El mismo 30 de noviembre, día de inauguración de la COP28, se publicaba un informe de la Organización Meteorológica Mundial confirmando la última década como la más cálida registrada.
Queremos destacar aquellos puntos que nos han resultado más relevantes de estas jornadas de la Cumbre del Clima y los acuerdos a los que se han llegado.
- El abandono de los combustibles fósiles es algo que parece ya inevitable. El texto final así lo refleja, hablando de una transición justa, progresiva y ordenada hacia su futuro abandono. Sin embargo, la falta de medidas más inmediatas y objetivos concretos resultan para muchos un compromiso insuficiente. La falta de acuerdos vinculantes demandados desde la UE, el IPCC o la ONU mantienen las obligaciones pautadas en el Acuerdo de París del 2015; y se prevé que habrá que esperar hasta la COP30 que se celebrará en Brasil en el año 2025 para estas medidas más ambiciosas. Ante la falta de compromisos más concretos, el objetivo de los 1,5ºC parece cada vez más lejano.
- Sí se recoge el triplicar la capacidad de energías renovables y duplicar su eficiencia energética, reconociéndose que los costes de estas energías se han abaratado mucho en estos últimos años. Se apuesta por el uso de tecnologías como la captura de carbono (todavía por potenciar), el hidrógeno de bajas emisiones o la energía nuclear.
- Esta COP28 introduce a la discusión global el término de Salud Planetaria. Una sola salud, humana, ambiental y de toda la biodiversidad. La contaminación atmosférica incide directamente sobre la salud humana, provocando alrededor de 7 millones de muertes prematuras al año. Esto sumado además al incremento de las temperaturas y los fenómenos climáticos extremos.
- Estamos en el camino de sobrepasar varios de los límites ambientales de no retorno. En esta situación de emergencia climática existen puntos de no retorno (de no inversión) – Global Tippin Points – que provocan grandes desequilibrios. Límites como la desaparición de la capa hielo de Groenlandia, la muerte de los corales, el colapso de la Corriente del Atlántico Norte, o la desaparición del permafrost.
- Los efectos del cambio climático ya se están manifestando, y por ello las medidas de adaptación son cruciales si queremos mantener nuestros suministros de agua y alimentos y reducir los impactos negativos. Las Partes acordaron las metas del Objetivo Global de Adaptación (GGA), un consenso mundial sobre los objetivos de adaptación, necesidad de financiación, tecnología y apoyos necesarios. Para ello será necesario en los próximos años trabajar en el desarrollo de indicadores de adaptación que midan la eficacia de las medidas que se implementen en los próximos años.
Existe una desigualdad en los efectos producidos por el cambio climático, afectando más a aquellos países y poblaciones que menos contribuyen en emisiones y menos capacidad de adaptación tienen. Por ello se ha acordado la creación del Fondo Climático de daños y pérdidas para los países más vulnerables ante el cambio climático.
Una casa tradicional Tukul, parcialmente sumergida por las inundaciones en una comunidad de Bentiu, en Sudán del Sur, el 29 de noviembre de 2023 en Bentiu
Será necesario estudiar si esta previsión de fondos será suficiente para estas medidas de adaptación y compensación, o si se requerirá de una mayor financiación. En este aspecto, El Fondo Verde para el Clima (GCF) tendrá también una labor fundamental.
Vivimos en la década más crítica de la lucha contra el cambio climático. Es necesaria la transición hacia un nuevo modelo de consumo y gobernanza global basados en la sostenibilidad y en la protección de los bienes globales que nos pertenecen a todos: la atmósfera, los océanos, el suelo, la biodiversidad, la salud humana y el medio ambiente en su conjunto. Para ello, hay una pieza clave por parte de todos: Compromiso.
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