Para que este post tenga algo de sentido o al menos vaya en la línea de una entrada a un Blog, lo primero que se me antoja comentar es que el concepto final de la vida útil se refiere al buque en sí y no a sus equipos, maquinaria y componentes y que el reciclaje verde de barcos no es más que una forma bonita de denominar al desguace para recuperación de valor económico, descontaminando por supuesto, pero con un único objetivo que no se debe olvidar. Es como si al desguace de coches de nuestro barrio lo llamáramos el recuperador ecologista.

Dicho lo cual, lo que sí es cierto es que hay muchas maneras de desguazar un barco y que, la forma de actuar actual en Europa, gracias a los acuerdos y convenios internacionales, se parece mucho a lo que sería ese concepto de desguace verde. Quizás no por el hecho de que se cumplan absolutamente todos los requisitos y obligaciones, que es probable que en algunos casos también, si no por el hecho de la forma de proceder en los países emergentes, donde la sensibilidad medioambiental brilla por su ausencia. Y aunque no es objeto de este post, por qué no hablar de las condiciones en las que se trabaja en esos lugares, carentes de seguridad y salubridad.

Bien, ya he dejado clara mi inclinación con respecto a un desarrollo sostenible y un interés creciente por cuidar nuestro Environmental (en inglés lo llaman mucho mejor), así que entraré en materia.

Desde mi propia experiencia el desguace de barcos que se viene realizando los últimos años en los países que forman la OCDE es, simplemente, un ejemplo de que la sensibilidad de nuestros gobernantes para con el medio ambiente es ya un hecho. Desconozco si viene motivado por las imágenes que de vez en cuando aparecen del procedimiento del desguace de barcos en determinados países asiáticos donde las sustancias tóxicas se derraman en las playas con las miradas incrédulas de los allí presentes. O cuando se quema in situ el amianto (material cancerígeno por manipulación. Para más señas: Wikipedia) ¡dan miedo!

El desguace de barcos y, en general, el desguace como concepto, cada vez tiene que ir más encaminado a la segregación y recuperación de sus elementos. Siempre bajo una consideración máxima con los materiales peligrosos de que se compone. Así, el retorno a la vida útil, la reutilización o el reciclaje de los materiales se antoja fundamental en aras de conseguir esa búsqueda de minimización de residuos, de buscar materias primas alternativas a las no renovables y en la búsqueda incansable de conseguir un segundo, tercer, cuarto,… uso a equipos y elementos recuperados. Y ¿por qué no? Conservar elementos o hacer nuevos con piezas procedentes de los buques para conservar un pedazo de nuestra historia. Hay mucho nostálgico.

La reflexión sobre este asunto viene motivada por la búsqueda de un desguace de barcos en sensibilidad con el medio ambiente y, más concretamente, con los ecosistemas marinos, teniendo firmemente presente que esta sensibilidad no tiene porqué repercutir en una merma en el retorno económico del proceso.

Hacer las cosas como se debe no tiene por qué estar regañado con el beneficio y siempre te quedará la satisfacción personal de haberlo hecho bien.

SURUS Inversa tiene la ISO 30000 de desguace de buques. Hemos desarrollado una solución específica adaptada a la normativa nacional e internacional.

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