La economía circular que se está promoviendo en el contexto de la Unión Europea supone un cambio de paradigma porque acaba con el principio de usar y tirar. El ciclo de vida de los productos se extiende gracias la reutilización y la refabricación de viejos productos. Y su vida útil también se alarga por una mejor gestión del tratamiento de residuos.
El Parlamento Europeo lo explica de forma muy clara en este video:
La apuesta decidida de la Unión Europea hacia esta nueva concepción de la economía, se plasmó a finales de 2015, cuando la Comisión Europea presentó su propuesta de economía circular. El plan busca extraer el máximo valor y uso de todas las materias primas, productos y residuos, fomentando el ahorro energético y reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero. Cuenta con un respaldo financiero de los Fondos EIE, de 650 millones de euros procedentes de Horizonte 2020 y de 5 500 millones de euros procedentes de los Fondos Estructurales para la gestión de residuos y de inversiones en la economía circular a nivel nacional.
Además, incluye un plan de acción con 51 medidas dirigidas al sector manufacturero, consumo, gestión de residuos, materias primas secundarias, innovación, y a cuestiones específicas como materias primas críticas, construcción y demolición, y biomasa.
Desde Surus Inversa, es decir, desde una empresa especializada en logística inversa, nos parecen muy destacables los siguientes puntos de la propuesta legislativa que se está tramitando actualmente en Bruselas:
- Reducción de la eliminación en vertedero a un máximo del 10% de todos los residuos de aquí a 2030.
- Prohibición del depósito en vertedero de los residuos recogidos por separado.
- Promoción de instrumentos económicos para desalentar la eliminación en vertedero.
- Medidas concretas para promover la reutilización y estimular la simbiosis industrial, convirtiendo los subproductos de una industria en materias primas de otra.
- Apoyo a los regímenes de recuperación y reciclado, como envases, baterías, aparatos eléctricos y electrónicos, y vehículos.
Las empresas deben ver todo esto como una gran oportunidad y pueden beneficiarse de ello apostando por la logística inversa. Todas ellas tienen bienes y activos que ya no le son de utilidad: excesos de inventarios y stocks obsoletos, devoluciones, equipamiento inutilizado, plantas o instalaciones en desuso y residuos. Bajo el paraguas de la economía circular, todos esos bienes son gestionables y proporcionan a la empresa un retorno económico, social y medioambiental. De ahí que Surus Inversa considere sus servicios como una logística del siglo XXI, ya que está plenamente integrada en los principios de reducir, reutilizar y reciclar.
