Hoy en día las posibilidades de crear contenido y publicarlo en redes sociales son inmensas. Es muy fácil trasladar una idea a unas pocas líneas y que en cuestión de segundos lo lean cientos de personas. Como consecuencia se crean corrientes que puedan afirmar y desmentir aquello que se publica y eso es lo que enriquece la difusión de la información. 

En muchos de los temas más comentados de la actualidad como los económicos, sociales, políticos o incluso deportes surgen disparidad de opiniones que, cuando son sobre las líneas del respeto, proporcionan una visión holística de una idea. 

El desarrollo sostenible es un tema presente en nuestras empresas y también en nuestro día a día. La sostenibilidad protagoniza artículos, publicaciones y eventos en los que las empresas hablan de sus modelos de negocio, de productos innovadores, o de cómo su estrategia prevé reducir las emisiones un tanto por ciento. No obstante, en estos ámbitos de divulgación, el debate de opiniones encontradas brilla por su ausencia, a diferencia de otros temas de actualidad. 

Como ya se ha comentado en anteriores publicaciones, la transición hacia un mundo con menos desigualdades y más limpio precisa de un cambio de comportamiento. La impresión de quien redacta es que la manera en la que divulgamos las prácticas para el desarrollo sostenible es crucial para influir en ese comportamiento. Lo que se quiere decir con esto es que es importante no solo saber qué actuaciones está realizando una determinada empresa en su política de residuos, lo cual no siempre es un indicador de contribución al desarrollo sostenible, sino también conocer la opinión de sus líderes sobre cómo debe la sociedad enfrentarse a este nuevo comportamiento. 

Quizá pueda resultar más interesante que los líderes de las empresas puedan conversar abiertamente con distintos puntos de vista sobre la manera en la que organizaciones públicas y privadas se enfrentan al reto sostenible. Sería interesante discrepar sobre si las inversiones que hacen las empresas en apoyar proyectos sostenibles están alineadas con la manera en la que se toman decisiones a todos los niveles de la organización o si simplemente se trata de un greenwashing jugoso para comunicar. 

Esta línea de divulgación será mucho más propensa a generar debates, opiniones distintas, que posiblemente sean todas válidas y que aterricen las inquietudes de los que trabajamos en sostenibilidad a todos los niveles de la sociedad.

Por suerte, hay algunos temas relacionados con los retos de la Agenda 2030 que reflejan claras posiciones enfrentadas, como la sustitución del vehículo a motor de combustión por el vehículo eléctrico, que han dado soluciones alternativas. Se pueden ver muchos debates relacionados con esto que cada vez proporcionan una imagen más generalista del asunto. Y aunque aún no resulta estar claro sobre si el modo de vida actual puede estar sustentado completamente por los vehículos eléctricos, han aparecido nuevas formas de desplazarnos que son más sostenibles, lo que nos lleva nuevamente al concepto del cambio de comportamiento. Conectar estos argumentos con los ciudadanos es clave, ya que la transformación será más plausible si se sienten parte de ella. 


En SURUS, acompañamos a quienes nos rodean en la transición de modelos de negocio lineales a modelos más circulares y sostenibles. SURUS fue creada en el año 2010 para dar respuesta a una necesidad existente en el mercado nacional en cuanto a la venta especializada de activos en el mercado secundario maximizando el valor económico, social y medioambiental y así ofrecer los mejores resultados en nuestros proyectos que además certificamos mediante herramientas de medición y la emisión de informes.