Las empresas de todo el mundo se están centrando, con razón, en que sus productos y sus operaciones sean más respetuosas con el medio ambiente. La descarbonización y la gestión de residuos son absolutamente esenciales, pero muchas empresas no reconocen aún que la sostenibilidad no sólo tiene que ver con el medio ambiente. 

La sostenibilidad tiene 3 pilares fundamentales, las 3 Ps por sus siglas en inglés (planet, people, profit), que son el pilar medioambiental, social y económico. Por tanto, para que las acciones de una empresa sean realmente sostenibles, es necesario tener en cuenta también la sostenibilidad social, a menudo descuidada en favor de iniciativas medioambientales.

¿Qué es la sostenibilidad social?

La sostenibilidad social sigue la misma línea que la sostenibilidad medioambiental, pero tiene que ver con el impacto en las personas en lugar de en el medio ambiente.

Si hablamos de qué relación tiene la sostenibilidad social con las empresas, según el Pacto Mundial de las Naciones Unidas, “la sostenibilidad social en las empresas consiste en identificar y gestionar el impacto empresarial, tanto positivo como negativo, en las personas de la empresa, en la cadena de suministro y en la comunidad en la que la empresa desarrolla su actividad.” 

De hecho ya hay muchas empresas que van más allá, y que focalizan sus acciones de ámbito social a comunidades distintas, en donde entienden que pueden aportar valor social. La globalización también puede aplicarse a este aspecto. 

La economía del donut

Una herramienta útil para tener en cuenta a la hora de incorporar la sostenibilidad social a las operaciones de las empresas es la teoría del “donut” de Kate Raworth. Esta teoría se presenta como un modelo alternativo que cubre las necesidades básicas de las personas sin comprometer los límites del planeta.

Gráficamente, la teoría se ve representada en forma de círculo, de ahí su nombre. La línea interior del círculo contiene las necesidades básicas de toda persona. Estas necesidades básicas no son otras que las definidas por los Objetivos de Desarrollo Sostenible. La línea exterior del círculo representa el techo ecológico con 9 límites de nuestro planeta. En el medio de estas dos líneas se encuentra la “zona segura” en la que se encuentra el equilibrio entre el progreso y el planeta.

Algunos de estos límites ya han sido sobrepasados, incluso, estamos acercándonos a zonas de riesgo. Lo que no es tan sencillo de ver es que la superación de estos límites tiene efectos directos en la calidad de vida de ciertas poblaciones del planeta, ya de por sí, bastante mermada.

¿Cómo puede una empresa contribuir con la sostenibilidad social? 

¿Cómo podemos construir y evolucionar empresas más socialmente responsables y, por lo tanto, más sostenibles?

Podemos empezar por pensar en los grupos de interés y dividirlos en dos categorías para poder actuar sobre ellos: los grupos de interés internos y externos que vamos a llamar frontera interior y frontera exterior.

La frontera interior, que son los empleados, proveedores y consumidores. Los líderes en las empresas deben hacer hincapié en que los derechos de los trabajadores tienen una importancia vital en la cadena de suministro y que no son secundarios frente a los objetivos financieros, ya que, como veremos más adelante, tratar bien a los trabajadores también beneficiará a la empresa. Cumplir con la legislación vigente en los derechos de los trabajadores es lo básico, pero si queremos progresar, el compromiso debe llegar más lejos. Se debe observar y establecer un plan de mejoras continuas en, al menos, estos 3 ámbitos: 

  • Buenas prácticas en materia de seguridad y salud. Proporcionar un ambiente seguro es fundamental y no solo se refiere a tener una silla que cumpla la normativa. Atender al estrés y el ambiente laboral, son también causas que afectan a la salud de los empleados.
  • Igualdad, diversidad e inclusión. Por ejemplo, igualdad de oportunidades de empleo y progresión para todos sin prejuicios de género o raza.
  • Prácticas laborales justas. La igualdad salarial, libertad de asociación, y la ausencia de coacción en el trabajo son prácticas que contribuyen a un desarrollo sostenible.

Existen mecanismos externos para medir los criterios ESG de las empresas y además se puede optar a obtener certificaciones oficiales sobre compliance penal, antisoborno y bienestar laboral.

La frontera exterior que la conforman la comunidad local e incluso una parte más amplia a la que se pueda impactar de la sociedad. Tratar de impactar de manera positiva en el entorno más próximo es una de las actividades que se pueden llevar a cabo. Influenciar a la sociedad no tan “cercana” a nosotros puede requerir de alianzas, tan necesarias y también contempladas en los ODS con el número 17 “alianzas para lograr los objetivos”.

El triple resultado

Las empresas presentan anualmente los resultados financieros a sus accionistas y a partir de cierto tamaño, también están obligadas a presentar informes de resultados no financieros. Estos informes deben tener en cuenta los tres pilares de la sostenibilidad, como hemos mencionado, cómo contribuye la empresa al medioambiente y a la sociedad. 

Y, ¿por qué es importante el triple resultado? No significa necesariamente que las empresas deban mermar su resultado económico para ser más sostenibles socialmente. De hecho, muchos estudios ya demuestran que es todo lo contrario. En un futuro digitalizado con un elevado número de empresas especializadas en acciones concretas, la colaboración jugará un papel clave. Esto demuestra que la sostenibilidad garantizará una estabilidad en el largo plazo que a día de hoy muchos aún no logran discernir. 

Las prácticas sostenibles, como la reducción del consumo de energía, el fomento del teletrabajo, reducción de desperdicios, etc.  reducen los gastos de una empresa

Además, reducir costes operativos, impulsar imagen de marca, fomentar esta lealtad del consumidor o aumentar la productividad de los empleados, hace que los márgenes de ganancia aumenten.

¡Ser sostenible son todo beneficios!

Cómo nos comprometemos en Surus

En Surus somos conscientes de la importancia de la sostenibilidad en todo su alcance, también el social. Por ello, hemos adoptado diversos compromisos y estrategias para impactar de manera positiva tanto en nuestro entorno más directo como en los espectros más amplios de la sociedad.

La flexibilidad horaria es una ventaja para los trabajadores y una gran medida de conciliación de la vida laboral y personal. Los horarios estrictos no suponen ninguna ventaja frente a la flexibilidad horaria que está sobradamente demostrado cómo aumenta la productividad y fomenta la autonomía del personal.

Tener una política de teletrabajo implantada, además de ayudar también en la conciliación de los trabajadores, reduce los desplazamientos y el consumo energético de la compañía. En Surus, siempre hemos apostado por la responsabilidad y autonomía de los trabajadores y tras la pandemia causada por el Covid-19 que forzó el teletrabajo, queda demostrado que no afecta a la productividad y por lo tanto perdura como medida indefinida.

Como empresa centrada en la sostenibilidad, empezamos por nosotros mismos y anualmente, nos sometemos a una auditoría que mide los criterios ESG de la compañía. Esto nos permite ver en qué lugar estamos y cuales son los puntos de mejora para evolucionar cada año. 

En navidad siempre tenemos un detalle con nuestros clientes. Además de por nuestra estricta política de compliance, consideramos que cualquier momento es bueno para contribuir en nuestro entorno. Siempre buscamos una iniciativa que tenga un impacto positivo en la que involucramos a nuestros clientes, empleados y proveedores. Este año, contribuimos con El Club de los Raros, proyecto que contribuye a la economía circular y además, dona su recaudación a distintas asociaciones sin ánimo de lucro. La iniciativa completa se encuentra explicada al detalle en este post

Una de las categorías que tenemos en nuestra web de subastas, Escrapalia, es “subastas con causa”. Son numerosas las subastas solidarias que hemos llevado a cabo cuya recaudación en subasta se ha donado a distintas fundaciones o iniciativas y nuestra comisión, ha sido donada íntegramente a la misma causa. En este caso de éxito explicamos algunas de ellas. 

A lo largo de nuestra historia, hemos participado activamente, a través de donaciones, subastas, etc, con diversas ONGs, entidades culturales y proyectos que impactan en nuestro entorno. Desarrollar la RSC de Surus es parte de la evolución y crecimiento de la empresa. 

Creemos que el rugby es un espejo de nuestra actividad. Compartimos valores, espíritu de equipo, respeto… Es por esto que este post en el que hablamos de nuestro patrocinio al equipo de rugby de nuestra localidad, Pozuelo de Alarcón, se llama “No es casualidad”.

Hechos más que palabras, es una de las frases que más repetimos al enfrentarnos a nuestros proyectos y nos esforzamos por mostrar siempre hechos en vez de discursos comerciales. Medimos el impacto ambiental, económico y social de todos los proyectos que acometemos. Utilizamos una herramienta certificada de medición para poder emitir un certificado de la huella hídrica, huella de carbono y huella energética que evita cada uno de nuestros proyectos. Además, emitimos un informe de compromiso que presentamos a nuestros clientes al finalizar los proyectos que pueden incluir en sus cuentas de resultados no financieros. Hacer tangible lo intangible, es otra de nuestras máximas.

Y para muestra, un botón, este mismo post, en el que divulgamos prácticas sostenibles. Utilizamos el altavoz del que disponemos para divulgar sobre sostenibilidad: en la radio, con un espacio sobre sostenibilidad en Capital Radio, al que invitamos a responsables de sostenibilidad de grandes compañías, nuestras redes sociales, nuestro blog corporativo y todos los medios a nuestro alcance para hacer llegar, no solo a nuestros clientes, sino a toda la sociedad, cómo poder construir desde las empresas un mundo más sostenible y justo para todos.


En SURUS, acompañamos a quienes nos rodean en la transición de modelos de negocio lineales a modelos más circulares y sostenibles. SURUS fue creada en el año 2010 para dar respuesta a una necesidad existente en el mercado nacional en cuanto a la venta especializada de activos en el mercado secundario maximizando el valor económico, social y medioambiental y así ofrecer los mejores resultados en nuestros proyectos que además certificamos mediante herramientas de medición y la emisión de informes.

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